En el progreso de la medicina durante los siglos XV y XVI, se encuentra el renacimiento de la Anatomía. Los artistas manifestaron un nuevo interés por el cuerpo humano, de cuyo estudio procedía la exactitud de sus obras. Leonardo Da Vinci (1452-1519) fue un polímata italiano, estudió anatomía realizando las más complicadas disecciones, analizando y esbozando casi todas las partes del cuerpo humano, tanto in-ternas como externas, hasta el punto de llevar al anatomista inglés del Siglo XVIII William Hunter, a reconocerlo como el anatomista más grande de su época.
Leonardo se formó en Florencia como artista, pero cuando se trasladó a Milán desarrolló un gran interés por diversos temas científicos. Uno de los temas que más le apasionó fue la anatomía, y sobre ella realizó numerosas investigaciones con la intención de publicar un tratado.
En el renacimiento, el tema y motivo principal del arte era el Hombre, y el artista para pintarlo correctamente debía conocer a la perfección la estructura del cuerpo humano. El interés de Leonardo comenzó así pero fue mucho más allá. Estudió el esqueleto y la musculatura pero también la disposición y funcionamiento de los órganos internos.
Este genial personaje de la historia fue pintor, arquitecto, botánico, científico, escritor, filósofo, ingeniero, inventor, músico, poeta y urbanista.
Da Vinci, empezó a observar y estudiar la boca y los dientes ya que estos le servían para dar carácter a sus personajes tallados en mármol o pintados en lienzos y murales.
Prueba de ello, puede constatarse, por ejemplo, en el dibujo conocido Cinco Cabezas Grotescas, donde la cavidad bucal, los maxilares, los labios y los dientes (o su carencia) determinan el temperamento de cada una de ellas.
Se adoctrinó en la composición del cuerpo humano, los músculos, huesos, nervios y vasos sanguíneos de la cara; además contabilizo el número de dientes y su disposición, con esto conoció las consecuencias fisonómicas de la desdentación, las arrugas, rictus y vacíos.
Leonardo también estudio el cráneo con gran detalle, llegando incluso a describir el seno maxilar 150 años antes que el famoso anatomista Nathaniel Highmore. Describió con pormenores los dientes y por primera vez estableció distinción entre molares y premolares. Probablemente, pensando en sus pinturas, plasmó en sus dibujos el efecto que la pérdida de los dientes tiene en la fisionomía humana.
Por otra parte, existen documentos que hacen constar sobre el diseño de un inteligente soporte para la barbilla en los casos de fractura de maxilares, que consistía en una copa de cuero sujeta con cintas en la parte alta de la cabeza; se observo que cuando los maxilares sufren una fragmentación se deben colocar de nuevo los dientes del paciente en su posición original y unir los con alambre.
Nació en Einsielden (Suiza). Se opuso a las autoridades académicas de la época, sometiendo a crítica a los clásicos. Su principal obra fue “Opera Omnia Médico-Chemico-Chiriugica“, aunque también escribió un tratado de cirugía “Magna Chirurgia” en el que se recogen sus criterios quirúrgico-traumatológicos más importantes. Paracelso optó por intervenir lo menos posible a la hora de solucionar heridas, fracturas y luxaciones, dejando al tiempo y a la naturaleza ejercer su acción, evitando a sus pacientes el trauma sobreañadido de una manipulación de dudosos resultados. Destacan sus experiencias sobre heridas por arma de fuego.
Paracelso no se contentó con ser un teórico, sino que persiguió y obtuvo curaciones espectaculares, calificadas a veces de milagrosas. Sus discípulos se jactaron de haber curado a impotentes, sifilíticos, epilépticos y sordos, pero los adversarios de su ciencia médica alegaron que en realidad no se trataba más que de mejorías pasajeras.
El belga Andrés Vesalio es sin duda el mejor anatomista de todos los tiempos (figura 10: Andrés Vesalio en “De humani corporis fabrica”, Biblioteca del Escorial). El conjunto de trabajos de Vesalio está incluido entre las obras maestras de la cultura occidental. Vesalio, tras estudiar en París (1533-1536), llegó a Padua, donde fue nombrado profesor de Cirugía (“explicator chirurgiae“). Impartió su primera lección de Anatomía el 6 de diciembre de 1537, en la que él mismo realizó la disección, a diferencia de la costumbre de la época, en la que era función del barbero sangrador. La obra principal y más conocida de Vesalio es “De Humani Corporis Fabrica”. Sus otras obras, también importantes son las “Tabulae Anatomicae Sex”, la “Lettre sur la Saignée” y el “Epitome”. De Humani Corporis Fabrica fue compuesta por Vesalio entre el invierno de 1539 y el verano de 1542. En el plano anatómico, la Fábrica de Vesalio intentó reconciliar lo que se veía indiscutiblemente en las disecciones humanas y lo que se leía en Galeno. Las láminas como auxiliares de la enseñanza fueron defendidas por Vesalio, en el prólogo de su obra como un medio de ayuda al estudio, pero aconsejaba a los estudiantes el emplear sus propias manos en disección. Si bien la contribución de Vesalio a la Cirugía no fue directa ni destacada, la orientación de la Anatomía que impulsó Vesalio propiciaría gran parte de la base científica de la cirugía de los siglos siguientes. Acabó por caer en las garras de la inquisición, condenado a morir por haber diseccionado a un hombre todavía vivo, fue indultado por Felipe II.
Juan Valverde de Amusco es considerado el principal anatomista español del siglo XVI. Seguidor de la obra de Vesalio, amplió y divulgó los conocimientos anatómicos durante el Renacimiento en su libro Historia de la composición del cuerpo humano, impreso en Roma en 1556.
Nacido en la palentina villa de Hamusco (hoy Amusco), perteneciente a la Corona de Castilla, Juan Valverde emigró a Italia para ampliar sus conocimientos científicos realizando investigación anatómica por el entonces revolucionario método de observación por disección directa, contestatario al galénico criterio de autoridad heredado del medioevo. Se formó en Padua con Realdo Colombo, y se instaló en Roma, donde ejerció la Medicina hasta el final de sus días, y alcanzó reconocida fama. No regresó a España, puesto que en las universidades castellanas de entonces existía una cerrada mentalidad reaccionaria a la moderna anatomía. Su obra, escrita en castellano en suelo italiano, da idea de la preponderancia de la Corona de Castilla en la Europa de entonces, y está profusamente ilustrada con algunas de las primeras calcografías publicadas en imprenta de la historia, grabadas por Nicolás Béatrizet. El libro alcanzó gran difusión y se tradujo y reeditó en numerosas ocasiones, hasta bien entrado el siglo XVIII. Valverde aportó por primera vez referencias precisas a la circulación menor, fue el primer anatomista que describió de forma correcta la musculatura oculomotriz y el trayecto intracraneal de las carótidas, y en su obra se representa gráficamente por primera vez el estribo, descrito por el valenciano Luis Collado.
Portada de la única obra conservada de Alfonso Rodríguez de Guevara, editada en Coimbra en 1559.
Granada,1520 - Lisboa,1587. estudió anatomía durante dos años en Italia. Fue profesor de anatomía en Valladolid entre 1548 y 1550, siendo el primer anatomista que impartió clases de disección sobre cadáver en Castilla. En 1556 ocupó primero la Cátedra de Medicina y Anatomía, y después la Cátedra de Cirugía de la Universidad de Coimbra. autor de un tratado de Anatomía, y espía al servicio de Felipe II en la corte de Lisboa, especialmente tras la muerte del rey Sebastián I.
Escribió la obra titulada In pluribus ex iis quibus Galenus impugnatur ab Andrea Vesalio Bruxelensi in constructione et usu partium corporis humani, defensio: et nonnullorum quae in anatome deficero videbantur supplementum (1559), en la que analiza las opiniones contrapuestas de Vesalio y Galeno sobre 36 problemas anatómicos concretos. Defiende al maestro de Pérgamo y denuncia los errores de Vesalio sobre la anatomía del oído, del ojo, de los nervios, del órgano olfatorio, de diversos músculos y vasos y sobre cuestiones terminológicas.
Portada de la obra anatómica de Bernardino Montaña de Monserrate (1551) y lámina primera copiada de Vesalio.
Médico y cirujano real, autor del primer tratado de anatomía en castellano.
Su trayectoria científica y sus datos biográficos son escasos y las principales referencias a su personalidad científica proceden de las grandes obras de erudición biobibliográfica del siglo XIX. Su nombre indica que debió de nacer en Cataluña y se sabe que fue médico y cirujano del emperador Carlos V. Según su propio testimonio, residió y cursó estudios de Medicina fuera de España, probablemente en Montpellier, uno de los principales reductos de la medicina europea de su tiempo, y residió la mayor parte de su vida en Valladolid, en cuya Universidad ocupó la cátedra de Anatomía y desde 1537 fue médico y cirujano de cámara del Emperador. En Valladolid escribió, a edad avanzada, su Libro de Anothomía del Hombre (1551), la única obra impresa que se le conoce, que constituye el primer tratado de anatomía escrito en lengua castellana.
En el caso de la obra de Montaña, resulta destacable la presencia de concepciones fisiológicas derivadas de la alquimia, que le permiten explicar, por ejemplo, la composición de la sangre, la fabricación de los espíritus y las fermentaciones orgánicas. Apoya sus nociones en experiencias de destilación, presenta una concepción química de la digestión gástrica y realiza análisis de arte separatoria de la sangre, la orina y otros fluidos orgánicos. La mentalidad científica de Montaña responde a una defensa a ultranza de la experiencia sensible como fuente del conocimiento científico, lo que se traduce no sólo en la observación clínica, sino también en la práctica de disecciones de cadáveres para conocer la anatomía humana y de experimentos de vivisección con animales para estudiar la fisiología.
(1500-1556) Fue un médico, botánico y humanista español.
Procedía de una familia instalada en Morella (Castellón), donde quizás nació. Hizo sus estudios según se desprende de sus propios escritos en París y Montpellier donde adquirió una buena formación en historia natural y anatomía, ejerció su profesión de médico en la ciudad de Valencia desde 1545 como examinador de médicos. Junto con su amigo Miguel Jerónimo Ledesma fue uno de los protagonistas del movimiento humanista enfrentándose a la tradición medieval que le ocasionó problemas como la expulsión durante un año (1548) del claustro universitario. En la Universidad de Valencia fue catedrático de Anatomía y Simples, Cirugía y brevemente también de Griego a la muerte de Ledesma.
Editó el texto griego del libro segundo de las Epidemias de Hipócrates (1551), ilustrada y con la traducción latina, obra fundamental del humanismo médico hispánico. También hizo una edición crítica con comentario (1552) de los Theriaca y Alexipharmaca de Nicandro Colofonio, que son dos poemas en hexámetros donde, entre otras cosas, se trata de los medicamentos para luchar contra los venenos. A su versión en hexámetros latinos añadió breves comentarios críticos al texto de Nicandro y otros que fijaban la nomenclatura latina y valenciana y la clasificación de algunas plantas del Reino de Valencia. De su diccionario de plantas del Reino de Valencia ("Diccionario de las yerbas y plantas medicinales que se hallan en el Reino de Valencia") sólo se conservan fragmentos recogidos por Gaspar Escolano (1610) en su obra Décadas de Historia de Valencia. Compuso asimismo algunos epigramas en latín y en griego clásico.
En cuanto a la botánica médica se consideraba discípulo de Guillaume Rondelet
Investigó por primera vez la stevia (Stevia rebaudiana) que se utiliza como edulcorante natural, entre otras plantas que llegaron de América a Valencia, como por ejemplo el agave. De su apellido latinizado (Petrus Jacobus Stevus, nombre con el que firmaba a sus obras en latín) proviene la palabra latinizada stevia.
Se considera a Ambrosio Paré (1510-1590) como la principal figura quirúrgica del siglo XVI, así como el padre de la cirugía francesa, Comenzó como aprendiz de un barbero-cirujano de París; después trabajó durante cuatro años en el Hospital Dieu de París. En 1541 se convirtió en maestro barbero-cirujano y trabajó como cirujano del ejército. En 1564, publicó una monumental obra de cirugía, los "Dix Livres de la Chirurgie". La primera parte contenía anatomía y fisiología y la segunda, cirugía. En ésta se describían muchas técnicas quirúrgicas, siendo una de las más significativas el uso de ligaduras de grandes vasos en las amputaciones. También usaba un torniquete en sus amputaciones, para mantener los músculos retraídos con la piel, evitar la pérdida de sangre y embotar la sensibilidad. Definió los objetivos de la Cirugía anatómica del siglo XVI: "La cirugía tiene cinco funciones: eliminar lo superfluo, restaurar lo que se ha dislocado, separar lo que se ha unido, reunir lo que se ha dividido y reparar los defectos de la naturaleza." Las aportaciones de Paré a la Traumatología y Ortopedia son importantes. En primer lugar, describe un nuevo método para el tratamiento de las heridas por arma de fuego, el lavado, que difiere del método clásico (cauterización con aceite hirviendo): "no puedo decir por qué razón, pero creo que uno de los principales medios para curar las heridas es conservarlas bien limpias". También fue el primero en describir la fractura de cuello femoral y los desprendimientos epifisarios en niños. Además, describió un nuevo método para la reducción de la luxación glenohumeral.
Paré fue el primero en describir una fractura abierta tratada con éxito sin amputación. De hecho, fue el propio Paré el paciente, sufriendo una fractura abierta de tibia y peroné tras recibir una coz de su caballo. Por otra parte, diseñó una gran variedad de fórceps, instrumentos y férulas de todas clases. Con la ayuda de fabricantes de armaduras, diseñó miembros artificiales de hierro, perfeccionó el banco hipocrático para la reducción de luxaciones y diseñó un corsé para escoliosis y una bota para pies zambos. Además, en su obra "Monstruos y Prodigios" se recogen de forma pionera imágenes de patología ortopédica.
La cirugía del Renacimiento se caracteriza en toda Europa por la división entre cirujanos y barberos; los primeros, con instrucción teórica, conocimientos de anatomía y de medicina; los segundos, poco más que curanderos ambulantes. Sin embargo, tanto unos como otros vieron amenazada su profesión por los médicos, cuya mejor posición social y preparación les proporcionaba una mayor clientela. Durante el medievo, esta intromisión fue evitada por el poderío de los gremios de cirujanos. Sin embargo, al debilitarse éstos, fue necesario el apoyo de las instituciones para la supervivencia de la profesión. En España, el Protomedicato, fundado por los Reyes Católicos en 1477, era el responsable de la formación y protección de los cirujanos. En la misma época, en Francia se regularon los estudios de los cirujanos barberos (de toga corta) y los cirujanos de toga larga, que dependía de la Facultad de Medicina.
Ambroise Paré atendiendo a un enfermo. Pintura del siglo XIX de Jean-Baptiste Bertrand.
Ilustración de una mano ortopédica en Instrumenta chyrurgiae et icones anathomicae.